viernes, 31 de diciembre de 2010

Menos mal


La noche derramándose en una clave de sol y sombra, de sal y limón. Sus labios se consumían con la última calada. Álvaro pensaba que su piso tenía demasiados metros cuadrados para acoger una vida tan miserable como la suya; Pensaba que en su casa rebosaba el café porque aún no se había acostumbrado a comprar cantidades para una sola persona y, sobre todo, no podía dejar de pensar en Mireya, en su pijama de flores, en la melena despeinada que ocultaba su rostro desmaquillado. A él le gustaba más así. Mireya no era especialmente guapa y se maquillaba muchísimo, tanto que, a veces, le recordaba a un drag queen. Pero tenía una belleza misteriosa, silenciosa, decía él, que bien podía residir en los lóbulos de sus orejas, en alguno de sus rizos o bien en las carcajadas estridentes que él siempre silenciaba con miles de besos matutinos. En el bar sonaba Wish you were here. ¡Joder con la puta música! Es verdad que manipula nuestro estado de ánimo– murmuró Álvaro. Introdujo la lengua en el vaso de chupito y apuró los restos de tequila. Después, se dirigió hacia el baño. En el camino su cuerpo constantemente chocaba con los demás, como si fuera una de las bolas de los péndulos de Newton que tanto destacan en las oficinas. La de hostias que le habrá dado la vida y sin embargo se molesta especialmente con los codazos y pisotones que recibe por parte de desconocidos. Al llegar, se precipitó sobre el retrete y estuvo vomitando durante quince minutos. Empezaba a sentirse realmente mal, ahora la música taladraba su cráneo y le pitaban los oídos. We're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year, running over the same old ground. What have we found?— repetía para sí. Salió del bar tambaleándose, no sin antes haberse empapado de vodka al tropezar con una mujer que intentaba ligar con el barman.


¡Me cago en la hostia! Ahora me pagas otra copa– dijo indignadísima la mujer, que llevaba un vestido corto, rojo brillante. La muy ridícula parecía envuelta en papel de regalo, un regalo listo para ofrecerse a cualquiera.


Fuera hacía un frío cortante. Álvaro divisó a lo lejos un bulto que se acercaba hacia él a gran velocidad, y volvió a vomitar.


–Eres un gilipollas, llevo dos semanas buscándote pero cuando te da por desaparecer es imposible seguirte el rastro. Menos mal que ya te tengo calado.


The same old fears. Wish you were here.


miércoles, 15 de diciembre de 2010

''Non scholae, sed vitae discimus''

sábado, 30 de octubre de 2010

La bestia

Cada vez me sorprenden más las personas cercanas a mi generación. El otro día en clase estrenamos el apartado de literatura y todo el mundo se llevó las manos a la cabeza, resoplando y quejándose. Y lo peor llegó después, cuando la profesora mandó a un alumno leer el poema que venía en la introducción. El chaval lo leyó poniendo especial énfasis en las palabras que rimaban, como si se tratase de una de esas poesías que nos hacen aprender en primaria para empezar a trabajar la memoria, contribuyendo a cargárselo. Únicamente aumentó un poco el interés el día que empezamos la unidad del Mordernismo, por aquello de que uno de los rasgos de la poesía modernista es el erotismo, pero claro, nada más leer el poema de introducción, nuevamente se tiraron de los pelos porque resultó no ser lo que ellos pensaban.
Es un gravísimo error que la gente asocie la poesía al sentimentalismo bobalicón, al patetismo y al amor. Como lo demuestra, por ejemplo, la gran cantidad de libros con el título ‘’99 poemas de amor’’ que ponen a la venta los grandes almacenes el día de San Valentín. Cuando en realidad la poesía es una bestia salvaje capaz de devorarnos las entrañas y el alma. Es un gemido de dolor. Los poemas hay que gritarlos a pleno pulmón, para concienciar al mundo de la fuerza de los sentimientos y de la cruda realidad, ya que muchos describen las miles de injusticias y asesinatos que se cometieron en épocas pasadas. Además, por ello, la poesía también es un documento histórico. Y los poetas son guerreros que lucharon contra su época e intentaron cambiarla. Se idolatra a una cantante Pop que se viste con carne, pero no se admira a un poeta. Yo, por mi parte, quiero dar las gracias a todos los que crearon la expresión máxima de la belleza, que tenían sentimientos turbulentos que supieron expresar, a aquellos que perviven en sus versos por describir la dolorosa realidad, a todos esos guerreros, gracias.


EL HERIDO

II

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.


Miguel Hernández

jueves, 19 de agosto de 2010

Fragmento de El lobo estepario

Cuando he estado una temporada sin placer y sin dolor y he respirado la tibia e insípida soportabilidad de los llamados días buenos, entonces se llena mi alma infantil de un sentimiento tan doloroso y de miseria, que al dormecino dios de la semisatisfacción le tiraría a la cara satisfecha la mohosa lira de la gratitud, y más me gusta sentir dentro de mí arder un dolor verdadero y endemoniado que esta confortable temperatura de estufa. Entonces se inflama en mi interior un fiero afán de sensaciones, de impresiones fuertes, una rabia de esta vida degradada, superficial, esterilizada y sujeta a normas, un deseo frenético de hacer polvo alguna cosa, por ejemplo, unos grandes almacenes o una catedral, o a mí mismo, de cometer temerarias idioteces, de arrancar la peluca a un par de ídolos generalmente respetados, de equipar a un par de muchachos rebeldes con el soñado billete para Hamburgo, de seducir a una jovencita o retorcer el pescuezo a varios representantes del orden social burgués.

Hermann Hesse

domingo, 25 de julio de 2010

Incognostible

Este está siendo un mes raro, y no lo digo por el tiempo ni porque la ciudad se vacíe en verano sino porque parece que todo está escrito. Los días transcurren y nada se descarrila, se trata del mismo sinsentido de siempre ¡Ya podría romperse el eje de la tierra o desplomarse el cielo! No puedo huir de esa tela que ha tejido la rutina.
Mi pensamiento es un mejunje de palabras intraducibles, unas baquetas que me golpean el cráneo constantemente. He recurrido a la gente, a los libros, a la filosofía…era cualquiera y ya no soy nadie, no me conozco. Sólo tenía confianza conmigo misma y ahora soy una aspirina efervescente que se ahoga en un vaso de agua. Los libros que normalmente leo, a pesar de estar escritos por genios y ser tan importantes para mí como el oxígeno, me dejan insatisfecha ¿Por qué no puedo ser la protagonista de aquellas historias realistas, ni fundirme en ese estilo impecable, ni entregar mi cuerpo, como una hoja seca, a esas eternas páginas? Por último la filosofía… la filosofía juega con mi inteligencia, la estimula, pero mediante ella no consigo descifrarme y así es como me encuentro sola en un laberinto, en mi laberinto, en mi bola de cristal, en mi cruz. Sólo hayo consuelo en un folio en blanco. Demasiado tiempo libre…quizás agosto sea más llevadero.

lunes, 28 de junio de 2010

Wish you were here

So, so you think you can tell
heaven from hell,
blue skies from pain.
Can you tell a green field
from a cold steel rail?
A smile from a veil?
Do you think you can tell?
Did they get you to trade
your heros for ghosts?
Hot ashes from trees?
Hot air from a cool breeze?
Cold comfort for change?
did you exchange
a walk on part in the war
for a lead role in a cage?
How i wish, how i wish you were here.
We're just two lost souls
swimming in a fish bowl,
year after year,
running over the same old ground.
What have we found?
the same old fears.
Wish you were here.

jueves, 22 de abril de 2010

Cuentagotas

La de los días de lluvia, la tarde enfermiza que me recuerda a ti. Las gotas torpes, tropezaban con tu nariz y acababan desmayándose en tus mejillas. Las envidio, ellas pudieron acariciarte con más ternura que yo, además estarían durmiendo en tu abrigo cuando subiste al tren. Desde que empecé a evocarte han pasado 20 minutos, en la soledad el tiempo está como empaquetado. Mamá llamó ayer, deberías hablar con ella, aunque el teléfono te parezca un invento muy frío, su voz es cálida. Tu ausencia no es buena compañera de piso. Ha escampado y es de noche.

domingo, 4 de abril de 2010

''Ámame cuando menos lo merezca porque es cuando más lo necesito'' (proverbio chino)

jueves, 11 de marzo de 2010

El virus del dolor

Sobre sus huesos caía un leve peso de quince años que, sin embargo, era capaz de inmovilizarla y asfixiarla. Desde que comenzó a entenderse con la razón y mantuvo diversos debates con ella, cierta nostalgia se había aferrado a sus entrañas. Y sobre todo en los días lluviosos la martirizaba. No era impermeable al llanto frío y rencoroso de las nubes de invierno, no era inmune a las burlas del viento. En ese músculo que utiliza un compás binario, guiado siempre por manecillas insistentes, carroña para los buitres del tiempo, estaba incubando un virus que quería tomar el control de los latidos de su compleja máquina vital.
Los síntomas de esta enfermedad se le manifestaban también en las interminables noches de insomnio en las que anhelaba un beso de la mejor poesía romántica. Además presentaba un déficit de amor y se automedicaba con soledad.
Cualquier doctor le hubiera recetado la integración social y unas cápsulas de besos insípidos con las que posiblemente se hubiera atragantado. Todos ellos le parecían unos incompetentes. Aborrecía acudir al médico y cuando lo hacía, acababa insultando a aquellos sujetos con bata que lo único bueno que hacen es premiar a los niños que se han portado bien en la consulta con un palito de madera como el de los polos, pero sin polo, que los críos se meten en la boca gustosamente.
La quinceañera concebía la cura a su enfermedad como la transformación del peso de sus años en helio que ascendería al cielo ocupando el espacio de un globo, mientras su cuerpo sería la goma del globo pinchado por algún ave en su ascenso al cielo. Sería por esta goma por la que llorarían los asistentes a su funeral que finalmente serían contagiados por el espíritu enfermo de la difunta.

domingo, 10 de enero de 2010

Carencia

Por ti
Siempre omnisciente
Que sólo existes en algún lugar remoto de mi mente
Utilizo los filos de la metáfora
Con los que me desangro hasta enmendar lo que siento
Y a veces, me veo a mí misma como polvora.
Pasarán los años, y tú tan necesaria, tan deseada dama
Tantísimas veces añorada
Seguirás callada entre la maleza de la frustración
¡Hoy que me haces tanta falta, Inspiración!