Su latido cardíaco era tan cambiante e inestable como el estado anímico de un bebé,
su mente se había hecho presa de la obsesión y el deseo carnal (algo inmaduro por su parte).
Carente de sentimientos, a rebosar de obviedad. Prefería culpar a la edad.
Siempre vivió en anonimato, solo fue un vino tinto, solo fue un vino más.
sábado, 4 de abril de 2009
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3 comentarios:
Sabes que me encanta :)
Además tiene una musicalidad muy maja (xD)
Cierto :$
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